Las instituciones financieras en todo el mundo están cambiando constantemente sus estrategias para combatir el fraude y el lavado de dinero, dos amenazas que afectan el potencial de los sistemas financieros globales. Según las Naciones Unidas, entre el 3 % y el 5 % del PIB mundial se lava anualmente, y los costos globales del fraude alcanzan los $5.13 billones de dólares, un aumento del 56 % en la última década. Por ello, muchas organizaciones están adoptando un nuevo enfoque para integrar esfuerzos de prevención y protección.
A medida que el fraude crece en volumen y velocidad, también aumenta la necesidad de los delincuentes de lavar sus ganancias. Dado que los delitos financieros transfronterizos seguirán presentes, ninguna institución ni ubicación está exenta. Con el aumento en la complejidad y escala de las amenazas, cualquier pequeña brecha en la protección puede convertirse en un problema enorme.
¿Qué es FRAML?
FRAML, o Prevención de Fraude y Lavado de Dinero (Fraud and Anti-Money Laundering), es una estrategia integral que permite a las organizaciones fortalecer sus defensas contra el fraude y otros riesgos. Al combinar la protección y prevención de fraude con los controles AML (Anti-Money Laundering) y el cumplimiento normativo, FRAML fomenta una mejor colaboración entre equipos que tradicionalmente operan de forma aislada, pero que enfrentan delitos distintos y relacionados, como fraude, crímenes financieros, financiamiento al terrorismo y otras actividades ilícitas.
FRAML permite a las empresas aprovechar perfiles de datos unificados de los clientes para reducir visiones fragmentadas de riesgo y fraude, optimizar operaciones mediante el intercambio de información que también reduce costos, garantizar el cumplimiento de cambios regulatorios oportunos y tomar decisiones internas más estratégicas. Este enfoque integral cierra las brechas que los defraudadores y lavadores de dinero suelen aprovechar, promoviendo una defensa más ágil, consolidada y resiliente.
Fraude vs. Lavado de dinero
Los equipos de fraude y cumplimiento, que trabajan para reducir riesgos, han operado históricamente de forma aislada, lo que obstaculiza la colaboración efectiva y una respuesta integral ante las amenazas. Las amenazas relacionadas, como el fraude y el lavado de dinero, se enfrentan con desventaja cuando se abordan de manera independiente.
- Fraude: Actividades engañosas o deshonestas realizadas para obtener beneficios no autorizados o causar pérdidas a otros.
- Lavado de dinero: Proceso de hacer que el dinero ilícito, generado por actividades delictivas, parezca legítimo al integrarlo al sistema financiero sin levantar sospechas.
Ambos equipos son esenciales para identificar y mitigar riesgos financieros, operativos, legales y de reputación. Sin embargo, cuando operan de forma aislada, pueden tener visiones fragmentadas del riesgo y pasar por alto información valiosa que podría mejorar su comprensión, evaluación y toma de decisiones en cada caso.
Descubre cómo FRAML fomenta la colaboración entre los equipos de fraude y cumplimiento, eliminando silos para una defensa más sólida.
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Mejorando la evaluación de riesgos y fraude con FRAML
Los equipos de riesgos suelen comenzar con verificaciones tradicionales de AML, como listas de sanciones, PEPs y listas de vigilancia. Con FRAML, pueden complementar esta evaluación utilizando datos de huellas digitales e inteligencia de dispositivos, como correos electrónicos asociados, actividad de cuentas, historial de transacciones y comportamiento en línea. Esto permite crear un perfil digital completo para tomar decisiones más rápidas sobre si escalar o cerrar una alerta.
Por otro lado, los equipos de fraude pueden usar información de AML para mejorar las alertas y crear reglas de riesgo más precisas. Comparar datos digitales con AML ayuda a identificar comportamientos sospechosos y aplicar fricción dinámica en puntos clave, equilibrando conveniencia y seguridad. Además, las verificaciones AML, como coincidencias en listas de sanciones o PEPs, ajustan los perfiles de riesgo y fortalecen los sistemas de detección.
La integración de FRAML ayuda a prevenir fraudes y lavado de dinero, mejora la seguridad general y permite un enfoque más proactivo y predictivo frente a los crímenes financieros.
Facilitadores tecnológicos de FRAML
FRAML integra la detección de fraude y lavado de dinero en un único sistema, eliminando la necesidad de múltiples plataformas. Los avances en procesamiento de datos, aprendizaje automático y personalización de reglas son la base de este enfoque, permitiendo a las instituciones optimizar y combinar sus esfuerzos.
Al aprovechar estas tecnologías, las organizaciones pueden procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real de forma rápida y precisa, adaptándose a la creciente escala y complejidad de las amenazas actuales. Modelos adaptativos identifican patrones sutiles o anomalías que indican actividades fraudulentas o de lavado de dinero. Reglas personalizables permiten ajustar los mecanismos a contextos operativos específicos, mejorando la precisión de los procesos de evaluación.
Además, usar una solución única para la prevención de fraude y las iniciativas de AML reduce la dependencia de herramientas aisladas o fuentes externas, maximizando el uso de información confiable, minimizando vulnerabilidades y fortaleciendo la integridad de las evaluaciones de riesgo. Los conocimientos colaborativos obtenidos de este enfoque integrado son tanto acumulativos como exponenciales, proporcionando una comprensión más profunda de los riesgos y mejorando la toma de decisiones informada.
Elimina operaciones aisladas y unifica las perspectivas de riesgo de tu equipo para obtener una visión integral y tomar decisiones informadas.
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Los organismos reguladores respaldan cada vez más FRAML
El valor de FRAML para fortalecer el sector financiero contra actividades ilícitas está ganando reconocimiento entre los organismos reguladores. La Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN) lidera esta tendencia, promoviendo que las instituciones financieras fomenten la colaboración entre sus departamentos de AML, defensa contra fraudes, asuntos legales y ciberseguridad. Este impulso hacia una estrategia integrada se basa en la comprensión de que la convergencia de experiencia e información entre estas áreas mejora significativamente la capacidad de las organizaciones para detectar y responder a amenazas complejas.
Los reguladores están comenzando a promover FRAML como una práctica recomendada y un marco integral que se alinea con las expectativas regulatorias más amplias en materia de debida diligencia, evaluación de riesgos y cumplimiento. Al respaldar este enfoque, los organismos buscan elevar el estándar de la industria para combatir los delitos financieros, garantizando que las instituciones cumplan con las normativas y estén mejor preparadas para proteger la integridad y estabilidad del sistema financiero.
Un cambio mayor hacia una solución integral
Integrar AML con la prevención de fraude ofrece una forma de abordar desafíos interrelacionados, potenciando la efectividad de ambas prácticas. Más allá de ser una simple palabra de moda, FRAML es una necesidad estratégica que permite a las instituciones optimizar los procesos de detección y respuesta, aprovechando una visión integral del riesgo. Esto facilita una toma de decisiones más proactiva y precisa.
Fuentes: